
Se han enviado muchos mensajes, pero todavía hay gente que se niega a decir adiós a Windows 7. Ese final está cerca, y si no nos adaptamos al cambio, podemos sufrir graves consecuencias.
El 14 de enero del recién estrenado 2022, Windows 7 dejará de tener soporte y será el principio del fin para esta versión del sistema operativo de Microsoft. Los ordenadores que aún no están funcionando seguirán funcionando como de costumbre, pero será un espejismo porque después será un dispositivo más débil y vulnerable a ataques informáticos.
Los piratas informáticos cuentan los días para que sea más fácil atacar a todas aquellas computadoras que aún ejecutan Windows 7. El fin del soporte significa que no habrá más actualizaciones de seguridad del sistema. Actualmente, las actualizaciones de seguridad son esenciales para mantener los sistemas y las máquinas a salvo de posibles brechas de seguridad y no tenerlas en Windows 7 puede representar un riesgo para los usuarios.
Hay muchas otras razones por las que saltar a Windows 10 es la mejor opción, no solo es mejor la seguridad, sino que ofrece una serie de mejoras e innovaciones que han mejorado la experiencia del usuario. Sin embargo, Microsoft dice que el 27,49% de las computadoras basadas en Windows en todo el mundo todavía usan la séptima versión.
Comprar una licencia de Windows puede variar mucho en precio, pero mantener la computadora actualizada vale la pena. También podemos pasarnos a Linux si la décima versión de Windows aún no nos convence.
Otra opción es cambiar de ordenador y comprar uno nuevo. Esta es la recomendación de Microsoft: “Las PC de hoy son más rápidas, livianas, pero más potentes y más seguras, con un precio promedio muy por debajo de la PC promedio de hace ocho años”.
Sea cual sea la opción elegida, debemos decir adiós a Windows 7 y hola a los nuevos sistemas operativos que nos permitirán proteger nuestros dispositivos de forma más fiable y actualizada.